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Foto del escritorRosa Almirall

Expresión de género y disidencias ¡Un paso imprescindible!

Mi expresión de género no define mi identidad

En nuestro mundo binario nos categorizan como machos o hembras. Para ello se tiene en cuenta una pequeñísima parte de nuestro cuerpo: los genitales externos. A cada una de estas dos categorías se nos exige una determinada expresión de género.


Esto condiciona que las personas asignadas como machos han de mostrar una expresión de género, considerada socialmente como masculina. Las personas asignadas hembras han de mostrar otra, considerada socialmente como femenina. La expresión de género significa cómo nos mostramos en nuestro entorno. Incluye nuestra imagen, conductas, comportamientos, preferencias, expectativas, cómo ocupamos el espacio público y privado, etc. Otorga a la masculinidad un privilegio de poder por encima de la feminidad. Este privilegio es la base de las micro y macroviolencias que sufren las personas categorizadas como hembras.

Kasa Trans* te da información sobre la importancia de las disidencias en el género

La policía del género no permite disidencias

La policía del género vela por el cumplimiento de estas normas. Se encuentra en todas las estructuras sociales y su objetivo es que no se generen disidencias. Además delega en cada una de nosotras la vigilancia de estas normas en nuestro entorno inmediato. Todas las personas somos cómplices de la policía de género. Actuamos en el mantenimiento, la transmisión y la vigilancia de las normas sociales de la expresión del género. Nuestra propia manera de expresarnos en el género influye en nuestro entorno inmediato. Tienen una relevancia especial en el control de estas normas los curantes1, maestros, cuentos, libros y los medios audiovisuales (anuncios, dibujos animados, programas de TV, etc). 1 Curantes. Del latin Cura Cuidado. Incluye todas las personas que tienen un cuidado directo de una criatura en un ámbito familiar diverso.

Feminismo, Identidades trans* y nuevas masculinidades: Voces disidentes

Las normas sociales de la expresión del género limitan nuestras propias habilidades, capacidades y posibilidades como personas. La disidencia en la expresión de género es altamente castigada por el entorno en forma de micro y macroviolencias. La situación más evidente la vemos en las dificultades del entorno social con las personas trans*.

  • Desde el feminismo se ha reflexionado, cuestionado y reinventado la expresión de género considerada socialmente como femenina. Continúan habiendo normas que se nos imponen. Pero ya hemos hecho mucho camino desde la disidencia.

  • El cuestionamiento de la expresión de género considerada socialmente como masculina está en su amanecer con reflexiones sobre nuevas masculinidades posibles. Avanza muy lentamente porque la policía de género actúa de manera especialmente rígida en el cumplimiento de las normas de género en las personas asignadas a la categoría macho.

  • Las personas con identidades trans* están cuestionando también las normas establecidas. Durante muchos tiempo vivieron los estereotipos rígidos de masculinidad y feminidad como ideales a alcanzar. Actiualmente se ha ampliado enormemente el imaginario trans*. Cuestionan la construcción social del género como poder de control. Reflexionan, además, en profundidad sobre la necesidad de control de los cuerpos y del género por parte del poder.

La policía del género define determinadas partes del cuerpo, de la imagen corporal, vestimentas, juegos o actividades de ocio, profesiones, expresión de las emociones, actividades de cuidado, etc como femeninas o masculinas. En realidad cada persona nos situamos en un punto único de una línea que va desde la expresión de género estereotipada y rígida de lo masculino en un extremo a la femenina en el otro extremo. Incluso en cada uno de los elementos que configuran la expresión de género podemos hallarnos en un punto distinto. Plantearse cómo expresamos el género y transgredir algunos aspectos del mismo, respecto a lo que la policía de género nos exige, nos permite ser en función de quien somos y no de quien se espera que seamos. En realidad, significa ir más allá de lo que se supone que es femenino o masculino. Un mundo en el que de una manera crítica expresemos el género como lo sentimos y no como se espera, será sin duda un lugar más habitable tanto para las personas cis* como para las personas trans*. La calvicie, el pelo facial y corporal, el tono de la voz, musculatura, etc no son ni masculinas ni femeninas. Los pantalones, faldas, maquillaje, bolsos, pendientes, uñas pintadas no son ni femeninas ni masculinas. Sentir, cuidar, expresar emociones, etc no son ni femeninas ni masculinas.

Kasa Trans* te recomienda

Piensa en cómo expresas tu género y en qué medida es por obedecer las normas de la policía del género o es por como sientes que tienes que expresarlo.

Si hay algún aspecto de tu expresión de género que te gustaría expresarla de otra manera, date el permiso para hacerlo.

Ampliar tu expresión de género más allá de los estereotipos te permitirá sentirte más a gusto y facilitarás la creación de un mundo que sea más inclusivo para las personas con identidades trans*

Considerar determinadas expresiones de género como femeninas o masculinas es ser cómplice de la policía del género
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